Actualmente, es posible sufrir distintos riesgos laborales que no necesariamente sean por accidentes de trabajo. Sin embargo, gracias a las pausas activas es posible disminuir el riesgo psicosocial en el día a día laboral. ¿Te preguntas cómo hacerlo? Aquí te contamos los detalles.
¿Qué es un riesgo psicosocial en el trabajo y por qué mitigarlo?
Básicamente, es toda condición negativa que forma parte de la situación laboral. Por lo tanto, suelen relacionarse con la organización, el contenido del trabajo y la propia realización de la tarea.
Es importante mitigarlos para evitar problemas sobre la salud y el rendimiento laboral de cada empleado. Por ejemplo, puede afectar la calidad del trabajo de las personas, pero también al bienestar físico, emocional y social.
Es decir, los trabajadores pueden sentirse desmotivados, disminuyendo la productividad y aumentando el ausentismo laboral.
¿Qué tipo de riesgo psicosocial existen actualmente?
Existen varios tipos de riesgo psicosocial que debes conocer:
- Estrés o burnout. Estar sometidos a altos niveles de estrés puede generar un riesgo; lo mismo aplica si están saturados de tanto trabajar.
- Violencia y/o acoso laboral. En casos graves de violencia psicológica y/o acoso, también es posible evidenciar esta clase de problemas.
- Inseguridad contractual. Si los trabajadores se sienten inseguros en cuanto a sus puestos laborales, el desarrollo profesional será negativo.
- Ambiente negativo. Del mismo modo, si el ambiente de trabajo no es el adecuado, se podrán evidenciar algunos problemas.
- Problemas personales/familiares. Si el empleado carga con drama familiares o personales, igual se verá afectada su labor en el día a día.
¿Cómo las pausas activas pueden influir sobre los colaboradores?
Afortunadamente, es posible disminuir estos riesgos con distintas pausas activas. Te contamos sus principales beneficios:
- Aumento de la confianza: los trabajadores pueden sentirse con una mejor autoestima si incorporan estas pausas.
- Mejora de la productividad laboral: los trabajadores aumentarán la productividad, ya que estarán más dispuestos a trabajar.
- Liberación del estrés: estas pausas, al mismo tiempo, pueden ser recursos geniales para liberar el estrés acumulado.
¿Cómo realizar las pausas activas en el trabajo?
Cabe aclarar que las pausas activas no solo son físicas, sino también mentales. Es decir, tanto el cuerpo como la mente deberán estar relajados. ¿Y cómo es posible incorporarlas? Pues dependerá de cada persona, pero lo ideal es combinar ejercicios de musculatura con momentos de ocio y relajación.
En cuanto a lo físico:
- Realizar elongaciones sencillas. Por ejemplo, se puede elongar el cuello hacia atrás mientras estás sentado.
- Respirar. Esto implica inhalar profundamente y exhalar continuamente durante algunos minutos.
- Si la oficina lo permite, es importante despejarse mientras se camina.
Y sobre lo mental:
- Hablar con los demás. Los colaboradores pueden hablar entre ellos para mejorar su productividad.
- Aprovechar el tiempo libre. Por ejemplo, pueden leer un libro en los ratos que no haya mucho que hacer.
- Escuchar música. Si el trabajo lo permite, también podrían trabajar y escuchar algo a la vez.
Sin duda alguna, ahora conoces la importancia que tiene disminuir el riesgo psicosocial. Recuerda que desde Procesos 360 Grados somos expertos en mejorar las condiciones del día a día en tu empresa. ¡Te invitamos a que nos conozcas y adquieras nuestros servicios!
Referencias bibliográficas
Bizneo. (2021, 23 de diciembre). Riesgo Psicosocial: qué es, cuáles son sus factores.
Universidad Nacional de Córdoba [UNC]. (2019). Pausa Activa.